“De las Ideas a las obras”, tal vez este fue el lema que guió mi carrera profesional, en la práctica y en la enseñanza. De las ideas a las obras es un proceso que se inicia con una idea, que se expresa con un dibujo, que da lugar a un proceso reflexivo, que crea un lenguaje, un abecedario de imágenes, que permite el desarrollo de los documentos con los que se construyen los edificios.
Mi afición al jazz, y un instrumento, la batería, me permite hacer esta reflexión: La batería en el jazz, junto al contrabajo son los instrumentos que marcan los tiempos de la melodía, entonces, hago un paralelismo con mis tareas de arquitecto, y digo que soy un acompañante desde la gestión y durante la dirección de obra para alcanzar los objetivos propuestos en tiempo costo y calidad.
La Universidad de Palermo fue el espacio académico que me permitió desarrollar mi idea acerca de la formación profesional sobre la base de estas dos tareas gestionar y dirigir. Llegué con una idea clara de cómo debía ser la formación del Arquitecto del Siglo XXI, había comenzado a expresar mi pensamiento acerca de una profesión generalista, pero que en la práctica es de especialistas.
La arquitectura, como oficio y como arte, enfrenta un desafío constante: trascender el vacío que a menudo amenaza con reducirla a mera mercancía o a un ejercicio intelectual carente de esencia. En este contexto, la sociedad entre Carlos Sallaberry y Oscar González Moix emerge como una respuesta contundente y profundamente enraizada en valores que trascienden las modas y las corrientes superficiales.[...]
Nace en Buenos Aires, ingresa a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires en 1963 y se gradúa como arquitecto en 1971 ya trabajando en el estudio de los arquitectos Justo Solsona, Javier Sánchez Gómez, Flora Manteola, Fina Santos y Rafael Viñoly, dirigiendo obras como el Edificio Carlos Pellegrini, sede de la Unión Industrial Argentina. Asimismo, se desempeña en el área del diseño, integra el Centro de Arte y Comunicación CAYC, donde crea y dirige el Departamento de Diseño y co-dirige junto a Jorge Glusberg, las Bienales Internacionales de Arquitectura de Buenos Aires desde 1985, siendo curador de numerosas exposiciones de arquitectura y diseño.
Su trabajo como director de obra es ininterrumpido, destacándose las obras de la Escuela Goethe, FATE y el Estadio del Club Boca. Sin embargo, es la realización del Natatorio para los Juegos Panamericanos de Mar del Plata en 1995, la obra más importante de su trayectoria, a partir de la cual, en 1997 integrará el estudio MSGSSS como socio arquitecto.
En la década del 90, su perfil profesional se adapta realizando la gestión de proyectos como los Aeropuertos de México y en la misma época es Director de Proyecto de la Competencia Internacional para la Candidatura de la Ciudad de Buenos Aires para los Juegos Olímpicos 2004 alcanzando el rango de ciudad finalista.